jueves, 23 de octubre de 2008

Café con Hermes en Av. Brasil

Y fue cuando, ese atardecer,
después de pasearme por aquella borrachería llena de Panzers gritando,
me hablaron de enseñanzas secretas entre cervezas y cánticos
Caminábamos por aquel puerto tenuemente iluminado
al son de conversaciones literarias y melómanas con formas femeninas
Nos apartamos en algún minuto, le estreché la mano a aquel nuevo amigo en señal de gratitud
y continué esa contundente caminata
en un estado casi tan sonámbulo como el asfalto de Valparaíso en ese preciso minuto
Desesperado, caminé en forma violenta arrastrando una silenciosa y angustiante felicidad al borde del abismo
Musicalizándome silenciosamente, a todo volumen
Caminando entre fiestas, cadáveres... fiestas de cadáveres y cadáveres de fiestas...
me encontré en el centro de la convergencia global de ingenieros, psicólogos, travestis y monumentos fantasmagóricos
Al instante que, el intenso aroma de la Tres Montes en el ocaso del ocaso
me señalaba un poco de tranquilidad
mientras me invitaba a un café con sabor a Kybalión.



[Ritmo: Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación. (extraído del Kybalión)]


salu2.

STJ.
KORITFW!

1 comentario:

Moonchild dijo...

=O Wu!!

Y a este que le dieron? =O

On fire !