jueves, 26 de septiembre de 2013

Gol.

Esta noche carece de medianoche.

Nos esquiva como aquella velada
en que nuestros destinos se dijeron hola y adiós.

Perdidos entre el frío, la cerveza y los gritos de gol de multitudes etilizadas.

La cajetilla de cigarrillos con los cuales establecimos una relación promiscua y fugaz.

Tan fugaz como aquella partitura que reflejaba tu rostro a la luz de aquella gasolinera del frente.

(Tus dos pupilas. Dos corcheas. Una canción tan bonita opacada por un ingrato ceacheí.)


(dedicada a Y., que seguramente no lo leerá).

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

Certeros versos,
persevera.

Saludos.