Crónicas, Sucesos y Desventuras a lo largo de esta Carretera Sanadora... Rastros y experiencias que habrán de demarcar olvidos, quimeras y sensaciones.
Lluvia dentro de mí. Bendiciones tras el muro de fuego. Fiestas y danzas después de la prueba de iniciación. Legalizo y pongo en vigencia mi derecho a limpiar llorando este drenaje. Hay que ser bien fuerte para ser feliz... aunque a veces las armas las cargue el diablo.
Alcánzame el alicates de puntas... que ya casi termino de unir todos los cables.
Sube el interruptor. Acércate y pon tu oído en mi pecho.
Óyelo latir un rato antes de que cierre el tablero.
Hay dos alternativas disponibles a esta altura de la noche Ir hasta ese piano abandonado al fondo de la sala o congelarme la noche entera y esperar la primera micro de madrugada que me lleve hasta tu casa Porque nada es gratis en esta vida Nada es fácil sin valer la pena Y a ratos bien viene una dosis de calor y bravura Para descongelar el letargo semántico en nuestras vidas Y aplastar las dudas de una firme pisada contra el hielo No confío en esos guardianes de la ley a media carretera: he visto el elástico detrás de sus orejas
Hace tanto tiempo que no sueño cosas bonitas Es por eso que preferí despertar y mover mis brazos para darme cuenta que no estaban hechos de madera Ni tampoco esta maquinaria interna tiene circuitos ni ciencia cierta Sólo venas, arterias, ocurrencias y mañas variadas Chistes malos, guitarras sin cuerdas y un corazón latiendo de forma constante para sacudirse el carbón acumulado y develar esa reserva de semillas de orquídeas Custodiada y resguardada por dos lobos cancerberos que levantan murallas sónicas Y a punto de salir en una caja de encomienda en la primera micro de madrugada Para llegar finalmente hasta tu casa y sembrarse en tu jardín.
A cada segundo que intento llevarme el asombro a la cama No logro distinguir esa sombra que está siempre un paso en frente mío Y el silencio de la habitación me susurra y me acaricia las sienes Como las ondas de una radio AM sonando a lo lejos Abro la puerta, miro al cielo... no encuentro nada Mas esa presencia está aquí, siempre la estuvo Quemándome el corazón constantemente hasta reducirlo a cenizas y verlo renacer
Eres tú? O tan sólo un sueño buscando el ansiado relevo que destrone a tantas emociones obsoletas atrapadas? Prefiero seguir despierto y olvidar que alguna vez deseé con toda mi alma ser una máquina Respirar hondo y hacer caso omiso a la salvación de aquella campana